Ahora que se acerca el fin de año... Ahora que estamos en unas fechas tan señaladas... Ahora que nos juntamos toda la familia, todos los seres queridos... Ahora que se acaba este 2011... llega el momento de echar la vista atrás y hacer balance...
Y, en este año, hacer balance, irremediablemente, nos va a provocar una sonrisa, una satisfación, un orgullo: orgullo de pertenecer a unos colores, a un equipo, a un sentimiento, a una pasión... orgullo de ser perfumero.
Porque ahora que se termina el año, es el momento de volver a recordar, para que la gente no se olvide (puede parecer dificil de olvidar, pero siempre hay alguna excepción). Es el momento de volver a contar nuestra historia, nuestra leyenda. Este año, en las cenas de vavidad, podremos sustituir esae batallitas de nuestros mayores por la historia de un equipo ya histórico, la historia de nuestro Perfumerías Avenida, el campeón de Euroliga, Liga, Supercopa de España y Supercopa de Europa en este año (que orgullo aporta escribir esto). Es el momento de volver a recordar a un grupo de humildes personas que, con trabajo, esfuerzo e ilusión, han llevado a nuestro Avenida al lugar donde corresponde a un equipo que no para de luchar: a lo más alto.
Es el momento de no olvidar aquella semana mágica en Ekaterimburgo, de aquella final ante el siempre respetable Ros en Valencia, del baño en Salamanca ante el Elitzur, de aquella épica batalla ante Rivas, de aquellas 38 victorias consecutivas, que ya tienen su sitio en la historia...
Ha llegado el momento de reir, recordando las celebraciones de las jugadoras, o de llorar, por aquella Copa que tanto dolió, pero que de tanto sirvió para motivar al equipo. Ha llegado el momento, por qué no, de llorar de emoción, de la emoción que te entra cuando vas a Wüzburg y oyes a la incansable de afición.
Es el momento de sentirse orgulloso, ahora más que nunca, ahora que han llegado los primeros baches, es ahora cuando hay que sentirse orgulloso. Porque no hay nada como entrar en Wüzburg, el pabellón donde los sueños se hacen realidad, respirar bien fuerte y sentir el ambiente que hay allí... y echar la vista atrás, e ir con la cabeza bien alta tras una derrota y decir: "leches, que somos perfumeros" y aprender que de las derrotas se aprende, que cada partido es una lección...
Sí, amigos, aunque nos duela, el 2011 se acaba, pero nosotros seguimos aquí. Ahora, nusetra misión será que esta hazaña sea recordada para siempre, que nadie olvide lo que este equipo es, ha sido y será.
Se acaba un año, empieza otro. Será duro, será difícil, pero se sacará adelante como siempre haemos hecho: con humildad, con valentía ¡Y JUNTOS!
Ahora quiero poner fin a este recuerdo deseando a todo aquel que lea estas líneas unas felices fiestas y que no dude en recordar a todoa aquel que quiera escucharle que este año 2011 ha sido increible, mágico, histórico, inolvidable... pero que nunca diga que ha sido irrepetible o que será imposible igualarlo, porque, una vez más, quiero recordar que somos perfumeros, somos valeientes. Para igualar ese 2011 hace falta ilusión, y a eso no hay quien nos gane.
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