Estos días se viene hablando sobre quién es el mejor jugador del mundo, quien es el nuevo astro de este deporte, etc. Muchos dicen de este honor ahora se lo están disputando entre Messi y Cristiano Ronaldo, pero yo creo que todos se equivocan. Puede que Messi halla superado a Maradona, que sea el actual Balón de Oro y FIFA World Player y líder de la Bota de Oro; puede que Cristiano sea el fichaje más caro de la historia (96 millones costó, un millón por cada abdominal que hace) y que sea el futbolista más mediático, pero nada de lo conseguido por estos dos futbolistas supera lo de un hombre al que todos adoran desde hace un año: PEP GUARDIOLA. Así es: porque solo él ha sido capaz de coger a un Barça en horas bajas y elevarlo a la cima del mundo consiguiendo seis títulos en un año; porque todo el mundo le recuerda corriendo como un loco por la banda de Stamford Bridge; porque todo el mundo recuerda sus lágrimas en la Intercontinental después de haber hecho historia. Por todo esto y por muchas cosas más, Guardiola merece el premio al verdadero dios del fútbol. ¡VIVA PEP Y LA MADRE QUE LO PARIÓ!
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